jueves, 25 de agosto de 2011

Serie viejas reflexiones: reflexión número dos

La confusión de las lenguas

Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. En su marcha desde Oriente hallaron una llanura en la tierra de Senaar, y se establecieron allí. Dijéronse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego». Y se sirvieron de ladrillos como de piedra, y el betún les sirvió de cemento; y dijeron: «Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide toque los cielos y nos haga famosos, por si tenemos que dividirnos por la haz de la tierra». Bajó Yavé a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres, y se dijo: «He aquí un pueblo uno, pues tienen todos una lengua sola. Se han propuesto esto, y nada les impedirá llevarlo a cabo. Bajemos, pues, y confundamos su lengua, de modo que no se entiendan unos a otros». Y les dispersó de allí Yavé por toda la haz de la tierra, y así cesaron de edificar la ciudad. Por eso se llamó Babel, porque allí confundió Yavé la lengua de la tierra toda, y de allí los disperso por la haz de toda la tierra.-
Génesis 11

Se preguntarán porque he traído a colación este párrafo del Antiguo Testamento. Fácil de responder, estos “hijos de los hombres” quisieron alcanzar a Dios, y el los castigo confundiéndolos. No será que a los arquitectos nos ha pasado lo mismo. Desde la antigüedad clásica, y desde mucho antes también, los arquitectos sabían muy bien cuales eran sus funciones; tenían un perfil bien marcado. Y ahora que sucedido, que ha pasado que no podemos elaborar una definición de lo que es la Arquitectura, y de lo que es ser Arquitecto (está el cuento que dice: si tenes que mantener ocupado a un grupo de arquitectos, pregunta que es la arquitectura). Bien, no será que desde que alguien dijo “Dios es el primer Arquitecto, porque creó el universo; entonces los arquitectos somos segundos dioses”, sí, el problema está aquí, sin duda, los arquitectos no saben la diferencia entre “Crear” e “Idear soluciones”. Dios crea, el arquitecto sólo da soluciones. Además fíjense, “...el arquitecto segundo Dios...”, quien les dijo a ustedes que Dios esta primero?. Claro el otro problema está en que los arquitectos no saben que ser “Unico” y ser “Primero” son dos cosas diferentes. Dios es Unico, el arquitecto es un ser humano, y por lo tanto es igual al resto del mundo.-
Conversemos un rato, y comparemos al arquitecto con los demás profesionales. Los médicos, cuando algo nos duele vamos al médico no lo pensamos, vamos al médico; el abogado, que invento el abogado!, que nos salva de las rejas si metemos la pata; el ingeniero, sin duda que el sí sabe para que está; pero para que vean que no sólo con profesionales universitarios los estoy comparando, que sucede sí a primeras horas de la mañana no arranca el automóvil, a quien llamamos, al mecánico. Pero que pasa si alguien se quiere hacer una casa...?, llama al arquitecto, no para que, lo llamo al vecino que es maestro en obras, no, lo habla con algún constructor total la idea ya la tiene, y seguro termina diciendo, «mañana lo veo con el hijo de Don Jacinto que es muy prolijo levantando paredes». Como nos han humillado comparando la arquitectura con el sólo acto de levantar paredes. ¿QUE HA PASADO?, HAGAMOS ALGO...!
Lo que ha pasado es que Dios nos ha castigado, confundiendo nuestras lenguas; poniendo un poco de arquitecto en cada uno y nos disperso por la haz de toda la tierra...

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